Desde fines del siglo XIX cambió el sistema de transporte de la producción al Norte del Río Negro, gracias al puente ferroviario inaugurado sobre éste río.

 

 

 

Por estas latitudes el corral de embarque de Tambores. Primer puerto seco al Norte del río Negro, significó el punto donde se centralizó toda la actividad de embarques de ganado en pie (ovino, bovino, equino) venían desde los puntos más distantes a embarcar en Tambores, lo que generó fuentes de trabajo y movilizó la economía local, dándole a la estación de trenes y al puerto seco un lugar de privilegio en su actividad.

 

Para la matriz productiva de medio país, fue revolucionario. Mejoró y optimizó los tiempos de viaje de cada tropa y el estado del ganado en la llegada a destino, por lo tanto eso generó buenos rindes y mejores precios.